El periodista cuestiona la iniciativa de los medios de incorporar entrenadores a los programas deportivos. “Tengo que defender nuestra profesión”, asegura.

Durante el Mundial de Qatar se distinguirá a varios periodistas deportivos, entre ellos a algunos uruguayos, por su presencia en más de 8 mundiales, ¿cómo surgió esa iniciativa?

-Desde hace muchos años estamos trabajando para que la FIFA siga entregando el premio Jules Rimet, que se entregó hasta Brasil 2014 cuando se hizo un homenaje al argentino Enrique Macaya Márquez, el periodista con más mundiales. En este momento llega a 16 mundiales y le sigue un uruguayo, Jorge Da Silveira con 15. En Rusia no lograron reflotar el premio y ahora, desde la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva, cuyo Comité Ejecutivo integro se resolvió hacer para todos los periodistas que superan 8 mundiales. Se invitó a FIFA a participar y firmará en conjunto los certificados. Se va a distinguir en total a 62 periodistas y fotógrafos de todo el mundo y entre ellos, 10 son de Uruguay, una cifra proporcionalmente muy importante. Ellos serán Jorge Da Silveira, Sergio Gorzy, Alberto Kesman, Victor Hugo Morales (12 mundiales), Juan Carlos Scelza, Javier De León, Fernando González (9 mundiales) y Javier Máximo Goñi (8). No estarán presencialmente en el reconocimiento en Qatar Atilio Garrido (13 mundiales), Jorge Savia (12) y Carlos Muñoz (10). Hemos hablado para hacerles llegar la plaqueta de todos modos.

-Es un número importante…

-Sí, implica el 15% del total de los reconocimientos. Es mucho para un pequeño país, pero habla del trabajo fuerte que se ha hecho desde el periodismo deportivo y desde los medios para cubrir los mundiales, incluso de aquellos en los que no participó Uruguay. Es un esfuerzo grande el que se hace. Para este mundial en Qatar, que presenta un escenario de costos muy alto para los medios o los periodistas que se autogestionan, nosotros contabilizamos más de 40 enviados uruguayos.

-¿Qué noticias llegan desde allá en cuanto al trabajo cotidiano? ¿Hay algún tipo de dificultad para trabajar?

-Más allá de algún problema puntual respecto a las acreditaciones, por el momento todo se desarrolla con normalidad. Hay que considerar que el Mundial recién empezó y los enviados se están instalando.

-Desde hace varios años, se está produciendo un fenómeno de distanciamiento entre los periodistas y los planteles. Los contactos son cada vez más protocolizados y puntuales. El Uruguay de Diego Alonso parece incluso más “blindado” a la prensa. ¿Se ve con preocupación ese fenómeno desde el Círculo?

-Sí, por supuesto. Aquí me parece que hay dos temas: por un lado el ejercicio del control y de algunas reservas para conservar la intimidad y por otro se está desarrollando cada vez más un marketing de devolución hacia los patrocinadores que incluye contenido exclusivo desarrollado por los equipos de comunicación de las selecciones con pequeños videos en los entrenamientos o la concentración. Las dos cosas me parecen bien y respetables pero no se debería, por ello, alejar a los periodistas de los protagonistas. Ideas hay muchas y nosotros las hemos planteado: se podría, por ejemplo, organizar al final de los entrenamientos una zona mixta para que pasen por allí todos los jugadores que tengan intenciones de dialogar con la prensa. Se podría acordar con el capitán que sean cinco o seis jugadores los que den notas porque de lo contrario pasa lo que ocurre en la actualidad: va Sergio Rochet o Mathías OIivera a la conferencia y sale, ese solo, en todos los medios diciendo lo mismo. También podría haber una conferencia con acceso solamente a la prensa uruguaya con enviados en este caso a Qatar. Es una forma de que esos periodistas y esos medios que hacen el enorme esfuerzo de viajar tengan un contenido distinto.

-En el pasado había otra apertura respecto a estos pedidos?

-Sí. Yo recuerdo que Matías Faral (encargado de comunicación de la AUF hasta 2021) organizó muchas veces encuentros con los periodistas y jugadores, facilitando las zonas mixtas en la medida de lo posible. Hoy, lamentablemente no hay un periodista en la delegación de Uruguay y la comunicación está en manos de personas más que nada dedicadas al marketing y que no se ponen en el lugar de las necesidades del periodista. Es muy lindo hablar de los partidos y el análisis de las jugadas pero la gente quiere saber qué pasa con la selección. Nosotros venimos hablando de esto hace muchos años; en julio estuvimos reunidos con Nacho Alonso y otros integrantes del Ejecutivo y planteamos este tema. Ellos tomaron nota de la necesidad de los periodistas de generar contenido, mucho más en eventos de este tipo. Me parece que la selección de Uruguay tendría que tener una política más abierta a la relación con los medios: tenemos canales de televisión que están haciendo un programa diario, medios que han pagado cifras muy importantes por derechos de transmisión y es necesario que tengan contenido para su audiencia.

-Hace unos días comentaste con ironía sobre la proliferación de entrenadores que son convocados por medios de comunicación a participar de programas deportivos. ¿Es un fenómeno que preocupa al Círculo?

-A veces las cosas más serias se dicen con un tono irónico. Lo que hice en Twitter fue una especie de llamado al debate porque también puedo ponerme en el lugar de los medios que cursan invitaciones a los técnicos para generar mayor amplitud de opiniones en sus programas. Sin embargo, hay conceptos que está bueno remarcar: para ser abogado hay que tener el título habilitante, para operar hay que ser cirujano o para diseñar una casa hay que ser arquitecto. Eso, tan claro en algunas profesiones, no es tan así con el periodismo y más en el deportivo. Basta con que hayas hecho alguna cosa relacionada con el fútbol para que te den un micrófono y ocupes el lugar de un periodista. No me parece mal que se busque la opinión de entrenadores pero hacerlo de forma sistemática y normalizada podría ir en desmedro de las fuentes laborales de los periodistas. Además, muchas veces se lo ve en posiciones incómodas o difícil porque tienen que hablar de colegas DTs o jugadores que conocen y sus opiniones son muy subjetivas. El verdadero espíritu crítico pasa por el ejercicio del periodismo y no por la experiencia de haber dirigido un equipo o no. Como presidente del Círculo tengo que defender la profesión sin que ello implique coartar la libertad de los medios de convocar a quiénes les parezca.