Londres, agosto de 2012 – Hace cinco siglos que los buques de guerra británicos, cada vez que lograban una victoria, izaban la Jolly Roger en el mástil, la bandera negra de los piratas. En estos Juegos Olímpicos, la esquadra británica le ganó al equipo de hockey de Argentina, pero la prensa británica no tuvo el coraje de desplegar lo que fuese en sus páginas.
Por Jorge Ribeiro (*)
Hace tres meses, Argentina marcó el 30º aniversario del hundimiento, por los británicos, del crucero General Belgrano, que en términos prácticos, garantizó mantener en las Islas Malvinas la Union Jack. Y el submarino nuclear S-48 HMS Conqueror, el ganador, cuando regresó a Inglaterra, llevaba la bandera de los Piratas.
Para celebrar esta página en negro de la historia moderna, la Casa Rosada en Buenos Aires encargó para los Juegos de Londres un clip, cuyo mensaje era: «Para luchar en tierras inglesas, nos preparamos en suelo argentino». Las imágenes muestran a la estrella del hockey de Argentina, Fernando Zylbergberg, entrenando en Puerto Argentino, capital de las Islas Malvinas.
La tocante película, que no dice una palabra, causó escozor en el mundo políticamente correcto, con la excepción de América Latina, donde es muy amplio el apoyo incuestionable para el reclamo argentino para recuperar las islas. La presencia de la selección azul-cielo de hockey, en la Arena de Riverbank, no vale la pena una medalla, no necesita. Denuncia el absurdo de la guerra, hecho sin razón. Guerra que rechazan los Juegos Olímpicos.
En el siglo 16, los navegantes portugueses descubrieron en el centro sur del Océano Atlántico, a medio camino entre Sudamérica y África, un grupo de islas a las que se dieron los nombres de Santa Helena, Ascenção, Tristão da Cunha y Gonzalo Álvares . Ellas, más tarde, fueron robadas totalmente por un pirata, Francis Drake. Hoy es un territorio de ultramar (Reino Unido) de la Unión Europea.
En 1520, los navegantes portugueses descubrieron también los principales Islas Malvinas después de la primera circunnavegación del mundo llevada a cabo por el navegante Fernão Magalhães. El mismo que dio su nombre al Estrecho de la conclusión de que, en las proximidades, el cono sur de América. Y la historia, en las Malvinas, se repitió, aunque con otros piratas.
La selección argentina de hockey de Fernando Zylbergberg, ha perdido ante Inglaterra. Pero marcó un gol, que Pink Floyd podría incluir en su «A requiem for the post war dream» («Requiem por el sueño de la post-guerra», en la obra The Final Cut sobre la guerra de Malvinas). Este juego, los británicos demostraran que es posible ganar sin torpedos ni misiles. Y al final, no exhibió la bandera Jolly Roger.
(*) Periodista y docente portugués. Tesorero y miembro del Buró del Comité Ejecutivo de AIPS