Por Benjamín Acuña Poblete.
Uno de los temas más replicados por los medios deportivos hace algunas semanas fue el nuevo formato que adoptará la Champions League desde 2024. La UEFA, mediante un comunicado publicado en su sitio web, confirmó la noticia y argumentó que el cambio de modalidad se debe a que el torneo “ha evolucionado y se ha adaptado continuamente para mantener el ritmo de los cambios más amplios en el juego”. Situación que seguiría posicionando al fútbol europeo como el más popular del mundo.
La fórmula que será utilizada en las competiciones que disputen las mejores escuadras del viejo continente, actualmente rige para las eliminatorias al Mundial en la Concacaf o la Copa Perú, entre otros campeonatos. Sin embargo, no solo fue creada para el fútbol, ya que se encuentra vigente en todo tipo de deportes colectivos e individuales, como el tenis, básquetbol, voleibol, e incluso el ajedrez.
Pero, antes de llegar a los torneos más afamados del planeta, el estreno de esta estrategia fue en Chile, en el marco de su copa local entre clubes de distintas categorías desarrollada durante 2011, edición que coronó a Universidad Católica como campeón tras derrotar por penales a Deportes Magallanes, equipo histórico del país sudamericano que no forma parte de la Primera División desde 1986.
René Rosas, quien en ese entonces ocupaba el cargo de Director de Competiciones de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), afirmó que la principal característica de este formato es que «es muy equilibrado, debido a que no hay un rival definido ni una posibilidad de clasificar con anterioridad a la fase final”. De esta forma, clubes de distintas ligas tienen las mismas oportunidades para llegar a instancias finales.
Ahora, la Champions League jugará sus dos últimas ediciones con la fórmula actual para después eliminar la fase de grupos y transitar hacia una única tabla de posiciones entre 36
equipos participantes. Cada elenco disputará cuatro partidos de local y cuatro de visita contra ocho rivales distintos, los que serán definidos mediante cuatro bombos que posicionarán a los clubes dependiendo de su coeficiente de rendimiento.
De esta forma, los planteles jugarán contra dos rivales de cada bombo, incluyendo el suyo. Al definir las escuadras que pasarán a la fase final de la copa, la UEFA probablemente decida realizar un «FInal Four» en una ciudad a definir, sin embargo, esta información aún no está confirmada.
René Rosas aseguró que, previo a la Copa Chile 2011, «nos reunimos muchas veces» con Leandro Shara, matemático chileno que figura como el autor de este modelo, sobre el que Rosas también comentó que sus principales beneficios se relacionan con la posición de «las selecciones o clubes a partir de sus virtudes y su nivel en base a una tabla única”.
Otras fórmulas utilizadas en Latinoamérica
Además de ser el primer país en implementar el formato de Leandro Shara, desde Chile se creó la actual modalidad con la que se juegan las eliminatorias para el Mundial en la Conmebol, es decir, que los países finalicen la última fecha contra el equipo que disputaron la primera, y que jueguen dos partidos seguidos de local y dos partidos seguidos de visita.
«Este sistema fue encargado al Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile. Ellos nos dieron a conocer diferentes posibilidades y una de ellas es la que se está jugando en este minuto. Cada país llevó diferentes formatos y la mayoría votó a favor del que presentó Chile», recordó René Rosas.
«Los sistemas planteados por presidentes de otras federaciones contenían, incluso, tres partidos seguidos de visitante y tres de local, y con esto el torneo deja de ser competitivo. Tenía que haber un sistema con justicia deportiva y eso no estaba, y menos cuando las eliminatorias eran con grupos».
Otra de las fórmulas que impulsó la ANFP cuando Rosas ejercía como Gerente de Competiciones fue la eliminación de los alargues en los cuartos de final y semifinales de Copa América, ya que, para el dirigente deportivo, servían de relleno. Las ejecuciones a
penales son más emocionantes y hace los partidos más reñidos. Lo ideal era dejar el alargue solo para la final, como sucedió en los partidos entre Chile y Argentina (en 2015 y 2016)».
Actualmente, Rosas ejerce como Director Ejecutivo de la Liga de Basquetbol Nacional, una experiencia que él mismo define como «bonita. Hemos trabajado arduamente para tratar de tener al basquetbol la mayor cantidad de días en pantalla para sus hinchas».
El dirigente menciona que este deporte fue su favorito desde su infancia, y que «cuando me convertí en director de Deportes Temuco, todos me decían que yo era más del básquet, pero ahora me pasó lo mismo, ya que la mayoría de las personas me conoció por el fútbol».
«Uno ha estado en diferentes instituciones, donde en todas trata de dar lo mejor posible, un legado tanto en el sentido administrativo como deportivo. Creo que ha sido un crecimiento sostenido en todo lo que uno quiere ser como dirigente deportivo», finaliza Rosas.
Así como las fórmulas de la ANFP llegaron hasta las máximas competencias de Conmebol, el modelo creado por Leandro Shara será parte de las futuras ediciones de la Champions League con un amplio despliegue que permitirá aumentar los cupos del torneo y solucionar los problemas relacionados con la justicia deportiva, convirtiéndose en una nueva opción a futuro para incorporarse a otros eventos, como la Copa Mundial e, incluso, los J.J.O.O.
