La Selección Sub 17 y Raúl Gutiérrez recibieron el Premio Luchador Olmeca 2011, máximo reconocimiento que otorga la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) a los deportistas y entrenadores integrados al deporte federado. La ceremonia se llevó a cabo en el Auditorio José García Cervantes de CODEME, ahí Raúl Gutiérrez, estratega del conjunto Sub-17 que consiguió el campeonato del mundo, manifestó lo siguiente: «De alguna manera sigue siendo ese sentimiento de haber compartido un sueño con todo México, haberlo hecho realidad, que hayamos logrado un campeonato mundial como locales, de la manera en que lo hicimos y, sobre todo, la constancia del trabajo que se hizo tan completo en todos los sentidos».
Por Raúl García Salguero – rbuzos@yahoo.com
La Selección Sub 17 culminó una extraordinaria Copa Mundial con una final de ensueño, derrotando a Uruguay por dos goles a cero, obteniendo así el segundo campeonato para México, tras el logro en el Mundial de Perú 2005.
La participación en la Copa Mundial México 2011 fue histórica. El cuadro de menores de 17 años consiguió el segundo título a lo largo de la historia en esta categoría y lo obtuvo de manera invicta, ante su afición y derrotando a grandes potencias mundiales que eran campeones de su confederación a este nivel
Corea del Norte; Congo; Holanda; Panamá; Francia; Alemania y Uruguay, fueron todos los rivales que el Tricolor dejó en el camino para ceñirse la corona de monarca mundial.
Premio Luchador Olmeca
Luchador Olmeca es el nombre que recibe el máximo reconocimiento otorgado dentro del deporte federado. Su origen data de la década de ochenta del Siglo XX y es entregado año tras año a deportistas, directivos y promotores que mediante su labor contribuyen con el desarrollo del deporte en México.
El nombre Olmeca significa «habitante de hule», surgido durante el año 1200 A.C, de gran relevancia dentro del desarrollo de las sociedades del preclásico en México.
La estatuilla que representa al galardón es una réplica del famoso «Luchador de Santa María», que fue encontrado en las riberas del Río Uxpanapa, Veracruz, y que con apenas 66 centímetros de altura es calificada como una obra de arte de la cultura Olmeca, pues se distingue por su cabeza rapada, un fino trabajo en la barba y el bigote, mientras mantiene una actitud de estar preparándose para el combate.