La historia de Benjamín Hockin Brusquetti (25 años), el atleta más calificado de la delegación paraguaya en los Juegos Panamericanos, es por demás curiosa. Su padre es inglés y su madre paraguaya. Nació en Barranquilla, Colombia, donde su familia estaba instalada temporalmente por razones laborales.
Esta situación lo llevó a vivir también en Sudáfrica y en las Islas Canarias, además de Inglaterra, donde hace tres años fue seleccionado por el equipo olímpico británico de natación de este país para ir a los Juegos de Beijing 2008, como integrante de la piosta de 4×100 metros libre, que llegó a la final A y terminó en octavo lugar.
Pero la sangre guaraní pudo más y desde que su familia se resadicó en Asunción, se fijó como meta representar a Paraguay en los diferentes eventos internacionales. En los Juegos Odesur de Medellín 2010 logró cinco medallas, tres de plata y dos de bronce.
Fue al Mundial de Shanghai de este año y alcanzó la semifinal en los 50 metros mariposa.
En los Panamericanos de Guadalajara, entó a la final de los 100 metros libre y terminó en octavo lugar. Luego, con la posta 4×100 libre de Paraguay arañó la medalla de bronce, al finalizar en cuarto puesto, gracias a su arremetida en el último relevo, que lo tomó como séptimo y recuperó tres lugares.
La presea de bronce la consiguió finalmente la noche del martes, en los 200 metros libre, la cual festejó cubierto con la bandera paraguaya la que ama y espera hacer flamer bien alto el año próximo en los Juegos Olímpicos a celebrarse en Londres, en su otra tierra.
El calendario de Hockin incluye además la prueba de los 100 metros mariposa y dos postas, con lo que la expectativa de aumentar su cosecha está latente.