Por Klaus Bergmann (dpa)
Múnich, 5 may (dpa) – En los tres partidos que le quedan al frente del Bayern Múnich podría ganar la Liga y la Copa alemanas, pero aún así la etapa de Josep Guardiola en Alemania se cerrará con un gusto amargo.
La tercera eliminación consecutiva en las semifinales de la Liga de Campeones dejará incompleta la aventura alemana del técnico estrella español, pero su cosecha en el terreno local puede terminar siendo tremendamente exitosa.
Campeón mundial de clubes y de la Supercopa europea en 2013, campeón alemán en 2014 y 2015 y campeón de Copa en 2014: esos son los títulos logrados hasta ahora por el catalán. Pero a ellos podría añadir aún dos más.
El sábado podría sumar su tercera liga si obtiene un punto en su visita al Ingolstadt. Si no, aún tendrá otra oportunidad en casa ante el Hannover. Después, el 21 de mayo, disputará la final de la Copa ante el Borussia Dortmund.
«Luego se podrá extraer una conclusión», dijo el jefe de la directiva del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge.
La etapa de Guardiola se recordará por su estilo de juego, aunque también quedará marcada por las tres eliminaciones en semifinales ante equipos españoles.
¿En el fútbol sólo cuentan los títulos?, se le preguntó al técnico tras el apasionante 2-1 ante el Atlético de Madrid el martes, un resultado insuficiente para remontar el 1-0 de la ida.
«Para el mundo, para la gente, para los periodistas, sí», respondió.
«Por supuesto, mi objetivo era llegar a la final de la Champions», admitió.
Pero para él los títulos son sólo números. A él le importa también el juego, la implantación de nuevas ideas y conceptos, la evolución del equipo.
«Hemos hecho una magnífica Champions League», se reivindicó el catalán de 45 años, que la próxima temporada dirigirá al Manchester City en Inglaterra.
Antes, sin embargo, se sentará aún tres partidos en el banco del Bayern. «Aún podemos terminar la temporada con el doblete», dijo el capitán del equipo, Philipp Lahm, uno de los hombres más elogiados por Guardiola.
Sería un consuelo para la gran decepción de la Champions, un torneo que volvió a mostrarle a Guardiola su rostro más cruel pese al gran nivel exhibido en la revancha ante el Atlético. «La victoria más amarga de Pep», resumió ayer el diario más leído de Alemania, el «Bild».
Ese objetivo que ahora quedará en manos del italiano Carlo Ancelotti, el próximo técnico de los bávaros.
«Espero que Carlo llegue a la final», dijo Guardiola. «Yo tuve una estancia fantástica. No me arrepiento de nada. Con estos jugadores, con esta mentalidad, el Bayern tiene un gran futuro».



