Por Pedro Garcia Garozzo – corporaciondeportivafenix@gmail.com
ASUNCIÓN, Paraguay, 10 de agosto de 2020.- Hace exactamente cincuenta años, nacía en Asunción el Comité Olímpico Paraguayo, un 11 de agosto de 1970.

El singular episodio se registró en una noche de invierno de aquel año en pleno microcentro de Asunción, la capital paraguaya, en la Avenida República y 15 de Agosto, justamente el sitio donde hoy solo queda una plaza de lo que fue el histórico estadio Comuneros, propiedad de la Confederación Paraguaya de Básquetbol, injustamente expropiada y sin compensación hasta hoy, por la Comuna de la capital.
Debajo de ella, quedó literalmente enterrado el coliseo que fue todo un ícono del deporte guaraní de aquella época, pues no hubo espectáculo o manifestación del deporte, el arte, la cultura, la política y hasta la religión, que no se haya desarrollado en ese que era el recinto más importante para este tipo de quehaceres en el país.
Fue la dirigencia del básquetbol, encabezada por el doctor Domingo Inchausti (primer presidente), la que cumplió con un deber de la clase conductora de las actividades del músculo del país, que se hacía impostergable: dar vida al movimiento olímpico nacional.
Dos años antes, a duras penas pudo intervenir en los juegos olímpicos de Mexico 1968 el esgrimista Rodolfo Alfredo Da Ponte, que se convirtió en el solitario primer representante del deporte paraguayo en el magno acontecimiento cuatrienal.
Se le admitió excepcionalmente y con la condición que al regreso impulse la creación del ente, que todavía no se constituía, pese a antecedentes de juegos de este rango como, amén de aquella justa azteca, los juegos panamericanos.
El Paraguay se caracteriza por peculiaridades increíbles, como las relacionadas con el olimpismo: participación en juegos sin tener aún vida un comité y génesis de la entidad nacional en un predio prestado del que poco después, el deporte quedó desterrado y enterrado por las autoridades gubernativas.
En esta importante etapa que completa el COP, le sorprenden vientos de bonanzas muy diferentes a los que soplaban en aquellos difíciles comienzos.
Hoy es poseedor de una infraestructura envidiable, con un parque olímpico que es todo un arquetipo en América, con instalaciones polideportivas que albergarán por primera vez en la historia de este país, unos Juegos Deportivos Suramericanos en 2022.
Con la eficaz conducción de todo un líder de la dirigencia como su titular y a la vez presidente de ODESUR y COSAT y primer miembro COI de nacionalidad paraguaya, Camilo Pérez López Moreira, el crecimiento no solo tiene manifestación material y edilicia. También se traduce en las más exitosas intervenciones en lo que va del presente cuatrienio olímpico en el orden competitivo. En efecto, Paraguay llegó a cifras récord en materia de medallas, tanto en los bolivarianos de Santa Marta, Colombia 2017, como en Odesur de Cochabamba, Bolivia 2018 y los panamericanos de Lima 2019. Hoy ya no se le conoce al Paraguay Olímpico por lo insólito del origen de su comité o por una participación panamericana como la de Cali 1971 con una sola persona a la vez, nadador, representante y delegado (Emilio Abreu). Se le destaca por una sólida infraestructura y un constante desarrollo y proyección.